Patricia Sánchez Mata lleva la Semana
Santa Marinera en la sangre, como su abuelo Jaime Mata Salines y su
tía Mª José Mata Balaguer, y siempre en la Hermandad y junto al
Santísimo Cristo del Salvador. Empezó a procesionar como “Rosa
Mística” con solo cuatro añitos, y treinta años después sigue
con más ilusión, sentimiento y devoción, emociones que aumentan
año tras año y que solo los semanasanteros sentimos y comprendemos.
Al cabo de un tiempo, a los 8 años
aprox., cambió de personaje bíblico y comenzó a
procesionar como “Claudia Prócula”, personaje con un estilo
totalmente diferente al anterior. Sin embargo, su sueño se hará
realidad a los veinte años, cuando empezará a procesionar como
“María Dolorosa” y se convertirá en la protagonista del Viernes
Santo: tanto en el Acto de la playa donde rezamos la oración por los
difuntos en el mar, como en el Vía Crucis escenificando el paso del
Descendimiento del Señor.
La Dolorosa de nuestra Hermandad,
Patricia, es la única en toda la Semana Santa Marinera que lleva un
Cristo Yacente entre sus manos y que además tiene unos sesenta años
de antigüedad. Año tras año, no es solo su gran devoción por el
Santísimo Cristo del Salvador lo que hace que procesione, sino
también la devoción que siente como y por María Dolorosa. Nos
explica que cada Semana Santa las emociones y sensaciones son
distintas pero también son muy intensas; que muchas personas les
expresan sus sentimientos, sobre todo tras los actos más
importantes, lo que hace no solo que cada Semana Santa sea diferente
si no también que sus sentimientos sean más profundos.
En el Acto donde llevamos al Santísimo
Cristo del Salvador a la playa y rezamos la oración por los difuntos
en el mar, Patricia lanza una corona de laurel como ofrenda, acto en
el que se emociona mucho al recordar a aquellos que ya no están con
nosotros. Igualmente vive momentos muy emotivos e intensos durante
el acto del Descendimiento del Señor, tan especiales como los vivió
su tía Mª José que procesionó también como María Dolorosa.
Finalmente, Patricia nos comenta que
tanto el Cristo como la Dolorosa están vinculados de forma especial
a su vida y que todos los días se encomienda a ellos y se siente
protegida en todo momento. Para ella nuestra Semana Santa es única y
especial gracias al carácter abierto de la gente, ya que puedes
compartir tus sentimientos y emociones y confraternizar con todo el
mundo que viene a ver y a vivir nuestra Semana Santa Marinera.