Conocer nuestra Semana Santa Marinera es importante por su cariz
tradicional, no solo a través de las historias que nos cuentan sino
también a través de las imágenes que nos llegan. Si nos fijamos un
poco en esas fotos podemos ver, podemos apreciar esos pequeños
detalles que marcan la diferencia, que hacen únicas e irrepetibles a
todas esas personas que hicieron posible que hoy la Hermandad siga
acompañando al Santísimo Cristo del Salvador.
Hace poco Lola nos trajo varias fotografías antiguas de sus padres:
Antonio Martorell que procesionó como vesta y Antonia Peris que
procesionó como “Esperanza”. Ambos procesionaron en los años
40, y en aquella época, por las imágenes que hemos visto, los
trajes eran sobrios y sencillos, nada que ver con las telas y las
vestimentas que llevamos hoy en día. Sin embargo, nos llamó la
atención el detalle que lució en su túnica su madre: un precioso
Sol bordado.
Comentándolo con ella, y para nuestra sorpresa, nos dijo que aún
conservaba los Soles bordados a mano, y la caperuza y la Cruz de su
padre, un tesoro de más de 60 años. Pero lo más impresionante fue
cuando nos lo trajo todo para que pudiéramos tenerlo entre nuestras
manos y pudiéramos verlo. “La realidad supera la ficción”, o
mejor dicho, si en la fotografía esos detalles son preciosos, aún
lo son más en la realidad. Por eso queremos enseñaros esos
detalles, tanto por su relevancia como por lo maravillosos que son.
Gracias por compartirlos con nosotros.